viernes, 10 de julio de 2009

LoS MaPaS DeL AlmA No TieNeN FrOnTeRaS

Los mapas del alma no tienen fronteras
jueves, 09 de julio de 2009

Eduardo Galeano

Permítanme agradecer esta ofrenda que estoy recibiendo,* que para mí es un símbolo de la tercera orilla del río.
En esa tercera orilla, nacida del encuentro de las otras dos, florecen y se multiplican, juntas, nuestras mejores energías, que nos salvan del rencor, la mezquindad, la envidia y otros venenos que abundan en el mercado. Aquí estamos, pues, en la tercera orilla del río, argentinos y uruguayos, uruguayos y argentinos, rindiendo homenaje a nuestra vida compartida, y por lo tanto estamos celebrando el sentido comunitario de la vida, que es la expresión más entrañable del sentido común.Al fin y al cabo, y perdón por irme tan lejos, cuando la historia todavía no se llamaba así, allá en el remoto tiempo de las cavernas, ¿cómo se las arreglaron para sobrevivir aquellos indefensos, inútiles, desamparados abuelos de la humanidad? Quizá sobrevivieron, contra toda evidencia, porque fueron capaces de compartir la comida y supieron defenderse juntos.
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Foto: Bernardo Pérez
Y pasaron los años, miles y miles de años, y a la vista está que el mundo raras veces recuerda esa lección de sentido común, la más elemental de todas y la que más falta nos hace.Yo tuve la suerte de vivir en Buenos Aires, en los años setenta. Llegué corrido por la dictadura militar uruguaya, y me fui corrido por la dictadura militar argentina. No me fui: me fueron. Pero en esos años comprobé, una vez más, que aquella prehistórica lección de sentido común no había sido olvidada del todo. La energía solidaria crecía y crece al vaivén de las olas que nos llevan y nos traen, argentinos que vienen y van, uruguayos que vamos y venimos. Y en el tiempo de las dictaduras, supimos compartir la comida y supimos defendernos juntos, y nadie se sentía héroe ni mártir por dar abrigo a los perseguidos que cruzaban el río, yendo para allá o desde allá viniendo. La solidaridad era, y sigue siendo, un asunto de sentido común, y por lo tanto era, y sigue siendo, la cosa más natural del mundo. Quizá por eso su energía, la siempreviva, fue más viva que nunca en los años del terror, alimentada por las prohibiciones que querían matarla. Como el buen toro de lidia, la solidaridad se crece en el castigo.Y quiero dar un testimonio personal de mi exilio en Argentina.Quiero rendir homenaje a una aventura llamada Crisis, una revista cultural que algunos escritores y artistas fundamos con el generoso apoyo de Federico Vogelius, donde yo pude aportar algo de lo mucho que me había enseñado Carlos Quijano en mis tiempos del semanario Marcha. La revista Crisis tenía un nombre más bien deprimente, pero era una jubilosa celebración de la cultura vivida como comunión colectiva, una fiesta del vínculo humano encarnado en la palabra compartida. Queríamos compartir la palabra, como si fuera pan.Los sobrevivientes de aquella experiencia creadora, que murió ahogada por la dictadura militar, seguimos creyendo lo que entonces creíamos. Creíamos, creemos, que para no ser mudo hay que empezar por no ser sordo, y que el punto de partida de una cultura solidaria está en las bocas de quienes hacen cultura sin saber que la hacen, anónimos conquistadores de los soles que las noches esconden, y ellos, y ellas, son también quienes hacen historia sin saber que la hacen. Porque la cultura, cuando es verdadera, crece desde el pie, como alguna vez cantó Alfredo Zitarrosa, y desde el pie crece la historia. Lo único que se hace desde arriba son los pozos. La dictadura militar acabó con la revista y exterminó muchas otras expresiones de fecundidad social. Los fabricantes de pozos castigaron el imperdonable pecado del vínculo, la solidaridad cometida en sus múltiples formas posibles, y la máquina del desvínculo continuó trabajando al servicio de una tradición colonial, impuesta por los imperios que nos han dividido para reinar y que nos obligan a aceptar la soledad como destino.A primera vista, el mundo parece una multitud de soledades amuchadas, todos contra todos, sálvese quien pueda, pero el sentido común, el sentido comunitario, es un bichito duro de matar. La esperanza todavía tiene quien la espera, alentada por las voces que resuenan desde nuestro origen común y nuestros asombrosos espacios de encuentro. Yo no conozco dicha más alta que la alegría de reconocerme en los demás. Quizás ésa es, para mí, la única inmortalidad digna de fe. Reconocerme en los demás, reconocerme en mi patria y en mi tiempo, y también reconocerme en mujeres y hombres que son compatriotas míos, nacidos en otras tierras, y reconocerme en mujeres y hombres que son contemporáneos míos, vividos en otros tiempos.

Los mapas del alma no tienen fronteras.

* Palabras dichas en Montevideo, la noche del 9 de julio de 2009, cuando Galeano fue condecorado con la Orden de Mayo de la República Argentina.

** Extraido de Semanario Brecha Digital*

domingo, 21 de junio de 2009

BoA NoItE, AmoR

Boa noite amor
Meu grande amor
Contigo sonharei

E a minha dor esquecerei
Se eu souber que o sonho teu
Foi o mesmo sonho meu

Boa noite, amor
E sonhe enfim
Pensando sempre em mim

Na carícia de um beijo
Que ficou no desejo
Boa noite, meu grande amor.


J.M. Abreu e F. Matoso

domingo, 14 de junio de 2009

Eu SeI QuE VoU Te AmaR

Eu sei que vou te amar
Por toda a minha vida eu vou te amar
Em cada despedida eu vou te amar
Desesperadamente, eu sei que vou te amar
E cada verso meu será
Prá te dizer que eu sei que vou te amar
Por toda minha vida
Eu sei que vou chorar
A cada ausência tua eu vou chorar
Mas cada volta tua há de apagar
O que esta ausência tua me causou
Eu sei que vou sofrer a eterna desventura de viver
A espera de viver ao lado teu
Por toda a minha vida
Composição: Tom Jobim / Vinícius de Moraes

domingo, 7 de junio de 2009

ToRRe EjEcuTiVa

1963-2009

lunes, 18 de mayo de 2009

sábado, 2 de mayo de 2009

Idea Vilariño

Muere la poeta uruguaya Idea Vilariño

Montevideo - 28/04/2009







YA NO

Ya no será,
ya no viviremos juntos, no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa, no te tendré de noche
no te besaré al irme, nunca sabrás quien fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber por qué ni cómo, nunca
ni si era de verdad lo que dijiste que era,
ni quién fuiste, ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos,
querernos, esperarnos, estar.

Ya no soy más que yo para siempre y tú
Ya no serás para mí más que tú.
Ya no estás en un día futuro
no sabré dónde vives, con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca como esa noche, nunca.
No volveré a tocarte. No te veré morir.

domingo, 4 de enero de 2009